No discriminar !!!!!!
Por Mirtha Valdés.
Universidad de la Habana
El artículo que analizamos es sin dudas un estudio de la sociedad y del hombre dentro de esta, de sus funciones y los roles que este desempeña.
Pienso que el estudio se realiza para demostrar cómo ha influido la existencia de una crisis económica, como tantas otras del sistema capitalista, en el papel machista de que es el hombre quien mantiene la casa y quien debe cubrir las necesidades económicas de la familia. Así no solo se fuerza al hombre, sino que se limita las posibilidades de desempeño de la mujer, dándole los empleos en los sectores más afectados económicamente, dada la idea de que ellas tienen quien las mantenga y de hecho un marido cumpliendo tal papel.
Sin pensar como dice la autora del material que cada día son más las familias de jefatura femenina y los hogares diversos, mientras que las familias “tradicionales”, con papá y mamá son cada vez menos.
Dado que el estudio se realiza en México por supuesto ella toma como referencia las familias mexicanas. De estas dice que debido a la baja generación de empleos, -por estar en medio de una crisis económica- han provocado un deterioro en la calidad de vida de las familias y una creciente inseguridad económica y social que tensiona las relaciones familiares, propicia las migraciones y aumenta la violencia dentro de la familia, así también afecta de manera particular a mujeres y jóvenes.
Por lo que muchas mujeres se ven obligadas a buscar ocupación remunerada sin dejar de realizar las tareas domésticas y de cuidado de sus hijos e hijas y de las personas mayores. Es decir las mujeres mexicana y también las de otros países capitalistas, se ocupan de las tareas domesticas y los maridos las mantienen pero las que no tienen maridos bien trabajan en la calle, trabajan en los hogares y además se emplean en los trabajos más afectados por las crisis y por tanto de menor remuneración. Como solución a esto la autora propone: “…un reparto más equitativo de las responsabilidades entre los diversos actores sociales, entre sexos y generaciones, que no rezague social, cultural ni económicamente a las mujeres. Exigimos un nuevo pacto social entre Estado, empresas y familias, con una concepción amplia de las familias, que sea respetuosa de los derechos humanos y promueva una efectiva conciliación entre el trabajo para el mercado, el trabajo doméstico y de cuidado, y la provisión de servicios públicos.”
Lo que se pide en este articulo no es más que la igualdad entre hombres y mujeres, niñas y niños, que no se traten a los hombres desde que nacen como "hombre de verdad" o "auténtico hombre" que sean fuertes, que no lloren, que dominen en las relaciones de parejas, que sean proveedores de placeres y los encargados por excelencia de mantener el hogar; mientras a las mujeres nos toca decir que si y bajar la cabeza, aceptar lo que está establecido por la sociedad nos guste o no y limitarnos desde que nacemos y hasta que morimos, ser las más sacrificadas y complacer a cuantos nos rodean, es decir ser discriminadas por el hecho de ser mujeres sin tener en cuenta nuestros criterios y aspiraciones en la vida. Para la autora, con quien concuerdo, la masculinidad se mide a través del éxito, el poder y la admiración que se es capaz de generar en los otros. No como se ve para gran parte de la sociedad, donde tienen siempre que ser fuertes, recurriendo a la violencia si es necesario, demostrar que son capaces de correr todos los riesgos; el varón ejemplar es duro, solitario, no necesita de nadie, es impasible y es viril, duro entre los duros, un mutilado de afecto, que está más preparado para la muerte que para el matrimonio y el cuidado de sus hijos. Por el contrario deben saber brindar afecto, respeto, no recurrir a la violencia, decir TE AMO sin miedo a que te señalen y demostrar sensibilidad ante las cosas bellas de la vida, pero sobre todo saber valorar y no discriminar a ninguna de las mujeres que los rodeen.
Universidad de la Habana
El artículo que analizamos es sin dudas un estudio de la sociedad y del hombre dentro de esta, de sus funciones y los roles que este desempeña.
Pienso que el estudio se realiza para demostrar cómo ha influido la existencia de una crisis económica, como tantas otras del sistema capitalista, en el papel machista de que es el hombre quien mantiene la casa y quien debe cubrir las necesidades económicas de la familia. Así no solo se fuerza al hombre, sino que se limita las posibilidades de desempeño de la mujer, dándole los empleos en los sectores más afectados económicamente, dada la idea de que ellas tienen quien las mantenga y de hecho un marido cumpliendo tal papel.
Sin pensar como dice la autora del material que cada día son más las familias de jefatura femenina y los hogares diversos, mientras que las familias “tradicionales”, con papá y mamá son cada vez menos.
Dado que el estudio se realiza en México por supuesto ella toma como referencia las familias mexicanas. De estas dice que debido a la baja generación de empleos, -por estar en medio de una crisis económica- han provocado un deterioro en la calidad de vida de las familias y una creciente inseguridad económica y social que tensiona las relaciones familiares, propicia las migraciones y aumenta la violencia dentro de la familia, así también afecta de manera particular a mujeres y jóvenes.
Por lo que muchas mujeres se ven obligadas a buscar ocupación remunerada sin dejar de realizar las tareas domésticas y de cuidado de sus hijos e hijas y de las personas mayores. Es decir las mujeres mexicana y también las de otros países capitalistas, se ocupan de las tareas domesticas y los maridos las mantienen pero las que no tienen maridos bien trabajan en la calle, trabajan en los hogares y además se emplean en los trabajos más afectados por las crisis y por tanto de menor remuneración. Como solución a esto la autora propone: “…un reparto más equitativo de las responsabilidades entre los diversos actores sociales, entre sexos y generaciones, que no rezague social, cultural ni económicamente a las mujeres. Exigimos un nuevo pacto social entre Estado, empresas y familias, con una concepción amplia de las familias, que sea respetuosa de los derechos humanos y promueva una efectiva conciliación entre el trabajo para el mercado, el trabajo doméstico y de cuidado, y la provisión de servicios públicos.”
Lo que se pide en este articulo no es más que la igualdad entre hombres y mujeres, niñas y niños, que no se traten a los hombres desde que nacen como "hombre de verdad" o "auténtico hombre" que sean fuertes, que no lloren, que dominen en las relaciones de parejas, que sean proveedores de placeres y los encargados por excelencia de mantener el hogar; mientras a las mujeres nos toca decir que si y bajar la cabeza, aceptar lo que está establecido por la sociedad nos guste o no y limitarnos desde que nacemos y hasta que morimos, ser las más sacrificadas y complacer a cuantos nos rodean, es decir ser discriminadas por el hecho de ser mujeres sin tener en cuenta nuestros criterios y aspiraciones en la vida. Para la autora, con quien concuerdo, la masculinidad se mide a través del éxito, el poder y la admiración que se es capaz de generar en los otros. No como se ve para gran parte de la sociedad, donde tienen siempre que ser fuertes, recurriendo a la violencia si es necesario, demostrar que son capaces de correr todos los riesgos; el varón ejemplar es duro, solitario, no necesita de nadie, es impasible y es viril, duro entre los duros, un mutilado de afecto, que está más preparado para la muerte que para el matrimonio y el cuidado de sus hijos. Por el contrario deben saber brindar afecto, respeto, no recurrir a la violencia, decir TE AMO sin miedo a que te señalen y demostrar sensibilidad ante las cosas bellas de la vida, pero sobre todo saber valorar y no discriminar a ninguna de las mujeres que los rodeen.
Labels: julio cesar gonzalez pages, leonardo tur broche, masculinidades, masculinidades en cuba, migracion, red iberoamericana de masculinidades, relaciones de género, violencia
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