David Blanco: “el silencio también nos hace cómplice”.
Foto: David
Blanco y el coordinador de la RIAM Julio César González Pagés durante los
debates del spot y la campaña por la no violencia contra las mujeres y las
niñas.
Especialista en
Comunicación
Foto: Enmanuel George
La Habana (RIAM)-Un mensaje singular sorprendió a los
cinéfilos y espectadores que durante más de una semana acudieron a las salas de
cine a propósito del 35 Festival de Cine Latinoamericano de la Habana. Se trata
del spot de bien público perteneciente a la Campaña de las Naciones Unidas porla No violencia contra las Mujeres en el que se promueve el silencio como una
forma de agresión.
Confieso que durante todas las
jornadas en que compartí las lunetas de las salas incorporé muy bien, no solo
el concepto que transmite, sino hasta la música que lo acompaña compuesta por
el artista cubano David Blanco. Otros también me siguieron, y aunque no
pretenda ser absoluto, me convence la idea de que resultó efectivo para los que
estuvimos presentes en cada proyección del festival.
Mi comentario, tal vez no pueda
desprenderse de mi quehacer cotidiano en el ámbito de la comunicación, sin
embargo, confieso que el intercambio con una colega fue el pie forzado para
hacer esta reseña, a propósito también de que los conceptos audiovisuales tampoco
han escapado de la postmodernidad.
Fue precisamente la manera de
trabajar el concepto de la no violencia lo que llamó mi atención y la de otros,
por el uso de un mensaje visual en el que no están demasiado evidentes todos
los elementos, pero que tampoco resultan necesarios si atendemos a la música y
las palabras del artista “el silencio nos hace cómplice”. Y qué bueno!
le comenté a la periodista con la que sostuve el pequeño intercambio, para
darnos cuenta de que nuestros públicos son capaces de decodificar un mensaje
más inteligente y no siempre explícito como los que frecuentemente exhiben
nuestros medios o han sido producto de otras campañas de comunicación, pese a
que en este sentido se hayan comenzado a observar algunos avances.
La comunicación promocional en el
mundo gira hoy en torno a pensar y a estudiar cada vez más los gustos,
preferencias, modos de actuar y pensar del receptor; un receptor que es aludido
constantemente por ciento de información que llega a través de diversos medios
y que sin dudas escoge, elije, selecciona aquel producto mejor ajustado a sus
necesidades; pero también un receptor para el cual lo evidente entre texto e
imagen ya no actúa del mismo modo como lo pudo haber sido en la segunda mitad
del pasado siglo desde el surgimiento de la televisión y otros medios.
El mérito de este mensaje de bien
público es precisamente calar en lo no evidente, para que el receptor sea
también un ente participante en la decodificación de imágenes, palabras y
sonidos. Aunque ya vista en otras campañas, creo muy válida la estrategia de
utilizar la figura de un artista como elemento de identificación con el
público, especialmente el público joven que mayormente visitó las salas de cine
y que en este sentido se sintió aludido. Otro aspecto fue la factura visual,
por el excelente uso de la luz, los colores, la nitidez, entre otros aspectos
no menos importantes para atraer la atención de cada uno de los espectadores.
La música también deviene protagonista y es muy bien transmitido el concepto
del silencio como una forma de violencia. Pero más allá del producto
audiovisual en sí, resultó la eficaz y estratégica idea de colocar el spot en
las salas de cine antes de comenzar cada proyección, lo que habla por sí solo
de una excelente y muy bien pensada estrategia de medios. Cada espectador,
cinéfilo, especialista, crítico o jurado fue ocupado por este spot en tantos
filmes compartieron. Tararearon su música, repitieron el mensaje y hasta lo
esperaron antes de ver cada película, seguro de que si hubiese fallado en
alguna ocasión, alguien habría dicho: “el spot de David Blanco no salió”.
De eso se trata, de jugar
inteligentemente con el que nos observa, nos consume, nos evade o nos atiende;
para hacerlo partícipe, cómplice o promotor y transmisor de una idea, pero
también para que nos recuerde. De ese modo llegaremos a otros, más allá de las
salas de cine o fuera del marco de un festival y entonces por fin, estaremos
dando en el blanco, acertando como en esta ocasión en el qué, el cómo y el
dónde de nuestra comunicación de masas y hasta contando un sí en la lucha por
la no violencia contra las mujeres.
Labels: 35 Festival de Cine Latinoamericano de la Habana, Campaña del Secretario General ÚNETE, david blanco, julio cesar gonzalez pages, red iberoamericana y africana de masculinidades
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