David Blanco: Lo bueno es que Cuba es una fusión
Para presentar a David Blanco sobrarían elementos: conocido es su paso
por las orquestas sinfónica infantil y juvenil, por la agrupación del cantautor
Gerardo Alfonso, por el grupo Moncada… Merecedor de varios premios, antes y
luego de crear su propia banda, resulta complicado catalogarlo de una manera
exclusiva. ¿Trompetista? ¿Cantante? ¿Tecladista? ¿Productor? ¿Arreglista?
¿Compositor? Cubano. Creo que se sentiría más a gusto con esa
clasificación, pues “serlo es uno de los hechos de los que más me
enorgullezco”.
Defensor de la diversidad, se alza por una cultura de paz y lucha por la
igualdad de género. Con tal propósito, se adhirió a la Red de Artistas Únete de
la ONU y desarrolla una campaña por la no violencia hacia las mujeres y las
niñas, junto al Doctor Julio César González Pagés, coordinador de la Red
Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM). Su labor en ese sentido lo
convierte en uno de los favoritos a conseguir el reconocimiento Hombres por
la Equidad, que se otorgará próximamente en nuestro país.
Aunque muchos lo identifiquen por su voz tan peculiar y su proyección en
los escenarios, el músico confesó a OnCuba que ser cantante “era la
última carta de las barajas. Me convertí en eso, porque no aparecía nadie más y
los integrantes del grupo me lo propusieron. Hasta ese momento yo quería ser el
director del conjunto, estar en el piano, el teclado, hacer canciones para la
gente; pero no había un intérprete y gracias a ello empezaron mis primeras
maquetas.”
Así, hizo el debut el 27 de abril de 2001, “nerviosísimo, porque era muy
tímido; aunque eso me ayudó y sacó otras potencialidades dentro de mí.”
Desde esa fecha, es un músico que cultiva géneros muy variados pero con
un sello distintivo. “La verdad, soy resultado de mi época de adolescente
rockero. Me fajaba con mis padres por la bulla, quienes trataban de educarme en
el sentido más amplio.”
Luego de haber dejado la etapa del joven rebelde, comenzó a tomarse todo
más en serio, tocaba con Geraldo Alfonso, con quien aprendió que “se puede
trabajar la variedad, no todo tiene que ser puro, con un mismo acorde, o igual
tímbrica.”
“Con el tiempo descubrí que si bien la música de EE.UU. e Inglaterra me
había influenciado, la cubana tenía algo que me atrapaba, principalmente la
tradicional, el jazz latino… y así te vas haciendo.”
Alcanzada ya la madurez en su carrera, comienzan los planes para el
mejoramiento de la sociedad: “Si tienes un micrófono en la mano y la
oportunidad de llegar a miles de personas que te reciben con cariño, debes dar
un mensaje positivo y de denuncia”.
“Cuando conocí a mi amigo Julio César y me propuso realizar la campaña
por la no violencia, me pareció fenomenal, pues hay muchos problemas por esta
causa en Cuba, aunque no salen a la luz. Si investigas y empiezas a dar
talleres, descubres que existe escondida”.
Uno de los tipos más comunes de maltrato, en nuestro país, es el
doméstico, mayormente hacia las mujeres y las niñas; de ahí que se enfocara en
él. “No desarrollo el proyecto en fechas específicas, sino que en todos mis
conciertos hago un llamado a la reflexión y creo que la gente lo entiende, soy
defensor de que la diversión deber ser con responsabilidad.”
Ese deseo de hacer algo por el progreso es inexplicable en David,
innato. “Cuando Julio me invitó, empezamos a trabajar con un gusto tremendo en
las giras, en los conciertos… hoy, además, ofrecemos talleres, conferencias,
todo para educar con arte.”
“Algo a nuestro favor es la cobertura facilitada a esta empresa, dentro
y fuera de la Isla. Tengo la certeza de que seguiré luchando mientras exista la
violencia y yo conserve fuerzas para combatirla.”
Pero no es la primera ocasión en la que se involucra en proyectos con un
perfil parecido: en 2006 estuvo en la campaña contra el VIH. “Lo que me decidió
aquella vez fue el triste recuerdo de la muerte de Freddie Mercury por esa
enfermedad, él era mi cantante favorito. Intenté transmitir una idea de protección
y positivismo hacia las personas enfermas de SIDA, pues los jóvenes escuchan
más a sus artistas preferidos que a los padres y maestros.”
“Ahora me estoy preparando para un taller de medicina que va a sesionar
los próximos meses en el palacio de las convenciones. Me invitaron para hacer
una exposición sobre cómo la música puede curar las enfermedades físicas e,
incluso, a la sociedad; o lo contrario.”
Y precisamente por esa capacidad del arte, es que, según Blanco, debemos
pensar lo que sucede en nuestro país con las producciones musicales. “Ellas
también hablan de lo que somos, y a veces no comunican nada bueno. El universo
artístico siempre ha sido reflejo de la realidad o una crítica suya, ese es el
motivo por el cual trato de dar esperanza, de hacer y cantar letras
inteligentes, sensibles.”
Sobre sus nuevos planes, el joven creador comenta: “tengo filmado un
concierto en el Karl Marx que ahora está en proceso de edición y de negociación
con las disqueras.
Además, estoy preparando un disco nuevo con el timbre que
debo utilizar en este momento, es electrónico- no de música electro- pero sí se
siente la onda electrónica de los años ´80 en EE.UU. y Gran Bretaña. Es ese
estilo pero con cubanía.”
“Lo bueno es que Cuba es una fusión. Siempre hemos tenido mucha
influencia de los EE.UU., los problemas políticos existen, pero la semejanza
cultural es indiscutible. Estamos muy cerca y se pudiera hacer más si no
existieran tantas trabas políticas que nadie entiende.”
Labels: Campaña del Secretario General ÚNETE, david blanco, julio cesar gonzalez pages, no violencia, red iberoamericana y africana de masculinidades
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