Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades RIAM

Noticias relacionadas con las actividades de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades RIAM

Wednesday, June 8, 2016

¿Qué hace que un hombre sea un hombre?: masculinidades en Cuba y Granada (España)



Por Equipo RIAM

Granada, España, 5 de junio- El taller ¿Qué hace que un hombre sea un hombre?, convocado por la Asociación de Mujeres “Por la igualdad” de Órgiva y el Foro Cubano de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), tuvo lugar el domingo 5 de junio, en la sede antigua del Ayuntamiento de Órgiva, Granada, al sur de España.

Franches Belenguer, coordinador del grupo de Hombres por la Igualdad de Granada y Jesús Muñoz, coordinador de comunicación de la Riam, intercambiaron por más de tres horas con unas 25 personas de la comunidad.

Reflexiones sobre la vivencia de la masculinidad en Cuba y en Granada permitieron establecer similitudes entre los modelos hegemónicos en ambos lugares y, a su vez, (re)pensar en cómo lograr que los hombres disfruten de su masculinidad de una manera diferente, alejada del canon violento y machista tradicional.

La pregunta ¿qué hace que un hombre sea un hombre? fue solo una provocación, lo verdaderamente trascendente fueron las respuestas, el intercambio, la creatividad y la energía grupal.
Debatir sobre las características, actitudes y creencias asociadas a la masculinidad hegemónica en Granada (España) fue apenas el pretexto para intentar desentrañar –a partir de experiencias personales- cómo sería esa nueva masculinidad (masculinidad libertaria o antipatriarcal) a la que aspiramos.

De lo tradicional se recató que el “macho, varón, masculino” (macho alfa en Granada) es cerrado en el aspecto emocional, proveedor, dependiente en lo doméstico, con poca responsabilidad en los cuidados, tiene cojones (tamaño del pene y relacionado con el valor), protagonista en muchos ámbitos (público), cerebral, homofóbico, con miedo a lo femenino (o a que lo asocien a ello), presuntamente heterosexual, dominante y violento. Cualquier parecido con un hombre cubano es “pura coincidencia” ¿o no? El patriarcado produce varones machistas con características que similares, más allá de las expresiones concretas en cada contexto.

Como el intercambio buscaba romper con aprendizajes tradicionales, pues se habló desde la experiencia personal, reivindicando el yo y la expresión de sentimientos, como parte de una construcción colectiva.

Las ideas compartidas coincidieron en que las nuevas formas de vivir las masculinidades deben partir del reconocimiento a la diversidad y el respeto a la diferencia.

Debatimos igualmente sobre la necesaria coherencia que debe existir entre lo íntimo y nuestra proyección social. “Lo personal es político y viceversa, hay una trascendencia de lo individual en el ámbito público. Nuestra vida también se toma como parte de los referentes sociales”, apuntó la antropóloga Encarni Quesada Herrera.

Más contundente aún, Quesada expresó que “todo cambio conlleva una revolución y esa revolución también debe ser emocional. Es imposible acercarse a los debates de género sin que nos mueva por dentro y nos lleve a una crisis, que puede ser de identidad, de orientación, o que nos permita cuestionarnos nuestro lugar en el mundo…”.

También se hizo referencia a que los nuevos hombres deben ser capaces de asumir sin contratiempos lo concerniente al ámbito de los cuidados y las tareas domésticas; y se insistió en la urgencia de explorar más las emociones: temor, amor, empatía, ternura. Se enfatizó además en el tema del autoconocimiento y la posibilidad de que los grupos de hombres compartan sus experiencias más íntimas desde la sinceridad. 

Por otra parte, se dialogó sobre la ruptura de las dicotomías: hombre-mujer; privado-público; razón-emoción, entre otras que se han construido y legitimado por siglos.

La charla, que para nada agotó los temas asociados a las masculinidades, propició un intenso debate sobre la renuncia de los hombres al poder. Prescindir de los privilegios patriarcales que nos atribuimos (o se nos atribuyen) es uno los grandes retos para alcanzar igualdad entre los seres humanos.

La metáfora de las “gafas violetas” del feminismo sigue vigente. Para muchas personas el intercambio fue la reafirmación de un compromiso con el cambio, para otras un primer acercamiento al tema de las masculinidades. Para todos y todas “una sacudida” que nos movió a pensar, cuestionar, compartir y, ojalá, apostar por espacios similares y continuar el proceso de crecimiento personal y político enfocado en el deseo de luchar por mundo mejor para mujeres y hombres.

Labels: , ,

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home