Gambito de dama’, ¿feminista?
El resultado de la
adaptación a serie del libro de Tevis es que a una mujer no le basta con la
inteligencia; hay que dotarla de dos de los estereotipos más clásicos sobre las
mujeres
Por Judith Astelarra
El éxito de la serie Gambito de dama produjo
un gran debate, especialmente en Estados Unidos, sobre si se la podía
considerar como feminista. Las críticas vinieron desde dos ámbitos. En uno
estuvieron las jugadoras de ajedrez que decían que el trato amable que le
habían dado los hombres jugadores a Beth, no existía en su experiencia. Por el
contrario, las relaciones suelen ser más bien desdeñosas e incluso
conflictivas. El segundo área de críticas vino de participantes del “me too”. Mónica
Hesse, en el Washington Post y Carina Chocano en The New York Times, decían que
en los años sesenta, un personaje femenino que triunfaba en el mundo de los
hombres sin ser acosado, agredido, abusado, o marginado, es una fantasía. En
cambio, otras autoras, como Joanna Lee en Firstclasse, dicen que no hace falta
hacer proclamas feministas, porque poner un personaje femenino tan potente es
en sí mismo un aporte a la causa de las mujeres.
Si bien este debate es
interesante, a mí me ha llamado mucho más la atención la comparación
Leí el libro, The Queen’s Gambit
de Walter Tevis, después de ver la serie. El libro se publicó en 1983 y Tevis
murió de cáncer en 1984. Alfaguara acaba de editarlo en español, Gambito de
dama, y en su difusión cita a Tevis, en una entrevista de 1983 en The New York
Times: “Considero que Gambito de dama es un tributo a las mujeres inteligentes.
Me gusta Beth por su valentía e inteligencia. Antes, muchas mujeres tenían que
esconder su cerebro, pero hoy no”. Existe además una entrevista radiofónica que
le hizo Don Swaim en febrero de 1983, en la Ohio University, de la que Tevis
había sido profesor, en que cuenta sus razones para escribirlo. ¿Cuáles son las
diferencias entre el libro y la serie?
El cambio se produce desde el
primer episodio. Comienza mostrando a Beth en París, despertando de una noche
de juerga y borrachera y llegando tarde al partido con el campeón mundial
soviético, Vasili Borgov. Esto no existe en el libro. Beth es una jugadora muy
responsable y siempre se encierra en su habitación durante los torneos para
preparar los partidos. Lo único que hace en París es salir a conocer la ciudad,
que le encanta, y esa noche duerme tranquilamente ocho horas. Primera
diferencia entre el libro y la serie no más comenzar. La segunda viene
inmediatamente a continuación. Se nos muestra a su madre desequilibrada que se
suicida con ella dentro en el coche y Beth no muere en el accidente por
casualidad. Esta escena, como otras con su madre, aparecen en varios episodios
y se hace siempre para mostrar que ello ha dejado una huella muy grave en su
equilibrio psicológico. Pues, mira por donde, esto tampoco existe en el libro.
Beth vive con su madre en una casa de suburbio, no en un tráiler desgastado
como muestra la serie, y su padre había muerto un par de años antes. La madre
muere en un accidente múltiple de coche, lo que la deja huérfana y por eso
termina en el orfanato. A partir de aquí no vuelven a haber referencias de su
madre.
Pero hay más. Sarah Miller, en un
artículo en The New Yorker, cuenta que era una gran fan del libro desde hacía
años. Esperaba con expectación la serie, pero no reconoció en la Beth de
Netflix a la Beth de Tevis. La primera es muy bella y segura de sí misma; la
segunda era un patito feo. Tevis lo menciona muchas veces en el libro,
comenzando en el orfanato porque Beth descubre que solo las niñas bonitas
pueden irse porque las adoptan. Es una tensión central de la narración, porque
en la medida en que el ajedrez le da seguridad, se hace más atractiva, aunque
nunca llega a ser un cisne, solo un patito más guapo.
Este enfoque de la serie es
importante. Se elige una actriz guapa, cuya belleza, además, se destaca
permanentemente con primeros planos. En un documental sobre como se hizo la
serie, Scott, el director y Anya Taylor-Joy, la actriz, dicen que Beth es
autodestructiva por sus adicciones; que su rápido cerebro la pone en la
ambivalencia entre estar loca o ser un genio. En el lado positivo ponen su
belleza que existe desde que era niña, para lo que eligen también una chica
bonita. La hermosura se acentúa con la edad, y literalmente dicen que se
convierte en un gatito sexi y en una mujer muy glamorosa. El maquillador
comenta que como en muchas tomas la muestran mirando al adversario, le pone
pestañas largas para que hasta sus ojos sean sexis.
Las diferencias que se le ponen
al personaje de Beth son especialmente notables, porque en el resto, la serie
copia virtualmente casi todo lo del libro. Diálogos enteros provienen de él;
casi todos los personajes son tomados para la serie; las actividades siguen la
misma secuencia y los espacios, tanto de los torneos, como de la vida cotidiana
son los del libro y están muy bien diseñados.
Vayamos a la entrevista de Tevis
donde cuenta por qué escribió el libro. Él era un jugador de ajedrez
clasificado y quería reivindicarlo porque era un deporte poco valorado, pero
que tenía más excitación competitiva que otros juegos. Tiene sentimientos
encontrados sobre los jugadores porque suelen tener personalidades complejas.
Pueden ser inseguros, agresivos, con problemas de identidad, pero también
comparten un cerebro comprometido y una inteligencia de alta velocidad. Siempre
comienzan a jugar desde jóvenes y entre ellos hay también niños genios.
El segundo objetivo de su libro
era reivindicar la inteligencia de las mujeres y dice que a veces al escribirlo
había estado más absorbido por este tema que por el ajedrez. Es por eso que
elige a Beth para mostrar el mundo del ajedrez y sus jugadores y la convierte
en genio desde su niñez. No ignora problemas de personalidad de Beth, pero son
los que son comunes entre los jugadores de ajedrez. Sí que le pone a Beth un
problema propio que tiene que ver con su sexualidad. Mientras el ajedrez, tiene
reglas claras que puede comprender y utilizar, el sexo no las tiene y por eso
la asusta. Así, en el ajedrez se desarrolla enormemente bien, pero no tanto en
su sexualidad que se pierde en una especie de limbo.
Volvamos a la serie de Netflix.
La pregunta es: ¿por qué este cambio de Beth? Hay quizá una pista en el trato a
Jolene, la amiga de Beth desde el orfanato. En la serie, cuando Beth ya es
famosa, Jolene aparece un día a buscarla para llevarla al entierro del bedel
que le enseñó a jugar ajedrez. Viene en un cochazo y le cuenta que trabaja en
una firma de abogados, que es la amante de uno de sus jefes casado, que en
parte la mantiene. No es así en el libro. Cuando Beth cae en el alcoholismo
piensa que la única que le puede ayudar es Jolene a la que no ha visto desde el
orfanato. Consigue localizarla convertida en una entrenadora de gimnasio, pero
que quiere prosperar y estudia de noche un máster en Ciencia Política, con los
recursos de su salario. Durante meses trabaja físicamente con Beth hasta que
logra que se recupere. Así se reanuda la amistad y la solidaridad entre ellas.
Podemos terminar, entonces, con
una pregunta central: ¿por qué la serie de Netflix resuelve acompañar la
inteligencia de Beth, que la lleva a ser campeona de ajedrez, con otros dos
ingredientes: su desequilibrio psicológico, para lo que hay que inventar a una
madre loca; y su éxito, que se logra no solo porque es inteligente, sino porque
además es muy bella sexi y glamorosa? Es un giro de guion que debe tener alguna
explicación. Se hace ¿por necesidades de éxito de público, porque hay un sesgo
de género o por alguna otra razón? Porque el resultado final de esta exitosa
serie, destacable por su buen diseño y actuación, es que a una mujer no le
basta con la inteligencia; hay que dotarla de dos de los estereotipos más
clásicos sobre las mujeres, que el feminismo ha intentado combatir.
Nota: Nuestra amiga y colega Judith Astelarra envió para ser debatido por el Blog de la RIAM este artículo que le publicó el periódico español “El País” el 9 de marzo pasado sobre la serie "Gambito de Dama" de Netflix. La serie la televisión cubana la está trasmitiendo en el Canal HD 2 los domingos al mediodía. Judith tiene discrepancias sobre la interpretación feminista que se realiza de la serie en algunos medios de comunicación. Aquí le dejo un link del artículo publicado en nuestro sitio y más abajo una entrevista que le realice en febrero sobre este mismo tema para el inicio del Canal de la RIAM-TV. Anímense ¡esperamos su comentarios para hacérselo llegar a Judith!
Labels: Gambito de dama; Judith Astelarra, Red iberoamericana y Africana de Masculinidades RIAM
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