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Saturday, December 3, 2016

Mujeres en una Fábrica de la Habana denuncia la violencia de género




 En la foto Ana Margarita Moreno, Julio César González Pagés y  Marilyn Solaya en la FAC



La Habana, noviembre de 2016- (RIAM) Cuatro importante directoras cubanas de audiovisuales exhibieron sus obras el 25 de noviembre pasado para denunciar la violencia contra ellas en un evento organizado por los Proyectos Todas Contracorriente, Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades RIAM y la Fabrica de Arte Cubano FAC que sirvió de sede. La presentación permitió que el escritor y asesor de la RIAM Julio César Gonzalez Pagés dialogara con dos de ellas  Marilyn Solaya y Ana Margarita Moreno presentes en la FAC.

El primer dialogo fue sobre el material ‘Mírame, mi amor’ de la realizadora feminista Marilyn Solaya también directora del premiado filme “Vestido de novia” donde se denuncia el exhibicionismo masculino, tan habitual en los cines, parques y paseos de La Habana. Este material fue exhibido en 18 ciudades del país durante la gira nacional del año 2012 por  la cantante Rochy y el académico  Julio César Gonzalez Pagés, pero no por la Televisión Nacional que ve poco serio debatir el tema de los masturbadores en espacios televisivo.

La segunda presentación y dialogo fue con el documental “Consecuencias”, de la realizadora cubana Ana Margarita Moreno que presenta testimonios de mujeres y hombres encarcelados por cometer delitos de agresión física, que accedieron voluntariamente a comentar ante cámara los hechos que provocaron su reclusión en centros penitenciarios. Una indagación similar fue realizada antes también por Moreno para su documental “Los machos”, que aborda la construcción de las masculinidades.

El documental Estoy viva…lo voy a contar, de las realizadoras Lizette Vila e Ingrid León no conto con la presencia de sus directoras que se encontraban fuera de la Habana este día. El audiovisual cuenta catorce historias de vida que abarcan todas las formas de violencia de que suelen ser objeto las mujeres, bien sea sicológica, física, laboral, sexual o económica. Oriundas de distintas partes del país las testimoniantes  fueron víctimas no solo por su condición femenina, sino también en ocasiones por el color de su piel, procedencia, discapacidad física u orientación sexual.

El arte cubano comprometido por la no violencia contra las mujeres y las niñas tuvo nuevamente un excelente espacio en la FAC la cual conto con un entusiasta y abundante publico que colmo la sala.

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