Consciente de que aún vive, incorpora y reproduce los códigos de una
cultura violenta, un segmento significativo de la juventud cubana se aboca hoy
a construir otras realidades mediante el desmontaje de juicios, percepciones y
mitos sexistas.
“Considero que la juventud bien preparada ideológicamente puede
ser capaz de brindarnos importantes aportes y transformaciones en materia de
género. La avidez por conocer, por redescubrir, unido a la rebeldía y el
cuestionamiento de todo que nos caracteriza, son aspectos importantes que nos
convierten, primeramente, en un sector capaz de captar y recibir los mensajes
de igualdad de género, e inmediatamente después, desenvolvernos como
capacitadores y promotores de una cultura de paz”, plantea Enmanuel George,
estudiante de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La
Habana e integrante de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades
(RIAM).
La violencia es uno de los problemas más graves que enfrentan las
sociedades porque los mecanismos del machismo son cada día más sofisticados
para encubrirla. “Hombres y mujeres, pero sobre todo ellos, a quienes se les
acusa más de ejercerla, no nacen violentos, lo aprenden en el proceso de
socialización de género”, advierte el estudiante de Periodismo Jesús Muñoz,
quien se propone analizar en su tesis de licenciatura la construcción de las
masculinidades y las feminidades en el periodismo deportivo.
El fenómeno de la violencia está vertebrado por un eje ideológico
que la alimenta, caracterizado por ideas sexistas asociadas con la dominación
de la mujer en los ámbitos público y privado. Para la percepción hegemónica de
ser hombre pareciera que violencia y fuerza se convierte en
únicas opciones.
No obstante, los muchachos y muchachas de la RIAM cuestionan y
desmontan actualmente los modelos e interpretaciones del ser hombre y mujer y
conforman el activismo con incidencia nacional que, desde agosto del presente
año, se sumaron a la campaña global “Únete para poner fin a la violencia contra
las mujeres”, lanzada desde el 2008 por el secretario general de Naciones
Unidas Ban Ki-Moon.
Este 2012, la Red ha tenido un apretado itinerario. Los meses de
fin de año especialmente, comenta Muñoz, han sido muy intensos en el marco de
la Jornada por la No Violencia. Sobre las experiencias en su tierra natal,
Pinar del Río, durante el I Taller de Masculinidades, celebrado en octubre,
puntualiza: “Fue todo un éxito, reunimos alrededor de 100 personas
pertenecientes a las universidades y facultades más importantes de la provincia
para debatir sobre los estudios de masculinidades, en particular sobre la
violencia en ámbitos de socialización tan importantes para adolescentes y
jóvenes como la música y el deporte”.
Hace tan solo unos días concluyó la III Jornada Cubana de Estudios de las Masculinidades, con el lema “Cuidar de la salud es cosa de hombres”.
Allí se suscitaron temas tan diversos y polémicos para la salud masculina como
el cáncer de próstata, el uso de perlas en el pene, el abuso de anabólicos y
aceite de maní en el fisiculturismo, entre otros, en un intento por lograr “no
una jornada médica, sino una mirada social a la salud”, como planteó Julio César González Pagés, coordinador general de la RIAM.
El próximo 25 de noviembre, la actividad por el Día Naranja involucrará a varios músicos de impacto entre los jóvenes . Además, en
diciembre, Pagés informa que llegará a Cuba la artista mexicana Julieta Venegas
invitada por la cantante Rochy, quien junto a la directora de cine Katherine
Murphy y otras personalidades debatirá en la Casa del Alba el día 4 de ese mes
en el panel “Las mujeres en el arte por la no violencia contra las mujeres y
las niñas” y, además, ofrecerá un concierto contra todos los silencios que el
flagelo impone.
No a la Violencia
A partir de la creación de espacios como el de la RIAM, la
juventud cubana ha irrumpido con nuevas iniciativas desde el deporte, la
cultura, la música, la realización audiovisual o las investigaciones
académicas, cualquier terreno es válido si de poner en jaque al patriarcado y
sus instituciones se trata.
Es un grupo en el que constantemente se generan ideas y
desarrollan herramientas y actividades desde la perspectiva de género. De
acuerdo con Pagés, la Red ha profundizado y encaminado sus acciones los últimos
cinco años en aras de crear conciencia y movilización social a favor de erradicar
la violencia contra las mujeres, las niñas y los hombres, pues ellos tampoco
escapan del círculo de esta expresión machista. Aunque la forma más conocida y
denunciada es la violencia que ejercen contra las mujeres, también se reconoce
que arremeten contra otros hombres y contra sí mismos, recuerda el profesor
universitario.
En opinión de Muñoz, entonces “es importante el trabajo con los y
las jóvenes porque son el sector poblacional que asimila con mayor facilidad el
cambio. Con ellas y ellos se trabaja para lograr modelos no hegemónicos de
masculinidades y feminidades. También se necesita juventud porque las
actividades que realizamos exigen sacrificio. Nosotros estudiamos, trabajamos
y, además, dedicamos nuestro tiempo y esfuerzos a la promoción de una cultura
de paz. Sin duda, se necesita energía, compromiso y deseos para asumir una
labor académica y de activismo simultánea”.
Para Karlienys Padilla, recientemente incorporada a la RIAM, entre
los logros más significativos que esta ha tenido sobresalen “salir del espacio
de una tertulia, de un blog y expandirse a otras provincias, sumar adeptos,
motivar a los jóvenes a investigar, incentivarlos a pensar y a ser distintos”.
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